EL VIAJE DE IBN BATTUTA POR ESPAÑA
IBN BATTUTA se había afincado durante unos años en Tánger, pero decidió comenzar su viaje por el al-Andalus ( la España musulmana), en esos tiempos Alfonso VI amenazaba con conquistar Gibraltar,
e Ibn Battuta se unió a un grupo de musulmanes que salían de Tánger con
la intención de defender el peñón. Cuando llegó, Alfonso había muerto
de la peste negra y la amenaza había desaparecido, así que Ibn Battuta
decidió seguir el viaje por placer. Viajó desde Gibraltar, Marbella y Málaga (ciudad de la que hace grandes elogios), desde la que sube a Veléz, Alhama y Granada para, desandando el mismo camino, regresar a Gibraltar y cruzar a Ceuta.
Al volver de España decidió viajar por una de las pocas partes del mundo musulmán que nunca había explorado: su propio país, Marruecos. En su vuelta a casa se detuvo un poco en Marrakes, que era casi una ciudad fantasma tras la reciente epidemia y el cambio de la capital a Fez.
Una vez más retornó a Tánger y una vez más volvió a partir. Dos años antes de su primer viaje a El Cairo, había pasado por esa ciudad en su propio hach
y había causado sensación con sus extravagantes riquezas; algo así como
la mitad del suministro mundial de oro en ese tiempo venía de África occidental.
Aunque Ibn Battuta nunca lo menciona abiertamente, esas noticias oídas
durante su propio viaje debieron de incitar su curiosidad, porque
decidió partir y visitar ese reino musulmán en el otro extremo del Desierto de Sahara.
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